
Los productos cerámicos se clasifican según su reacción al fuego como Euroclase A1. Esta es la mejor calificación, por encima de lo que exige la normativa. Tus paredes de Ladrillo no son combustibles y no producirán llamas, ni humos, ni gases tóxicos en caso de incendio.
Las paredes de ladrillo ofrecen una resistencia mecánica óptima, soportan impactos y choques, y también ofrecen mayor protección frente a robos y ocupaciones.
Entre los materiales de construcción, el ladrillo tiene la mejor clasificación de reacción al fuego (denominada Clase A1). Quiere decir que no es combustible, no reacciona al fuego, no arde y no emite humos ni gases tóxicos.
Muebles de cocina, librerías, televisores y otros objetos pesados de uso doméstico se puede colgar sobre las paredes de ladrillo, prácticamente sin limitación de peso ni refuerzos adicionales.
Ante una posible fuga de agua o inundación de la vivienda, el ladrillo cerámico se mantiene intacto y contribuye a mantener en su lugar el revestimiento de yeso.
El ladrillo cerámico es versátil, es capaz de adaptarse a las nuevas tendencias arquitectónicas y, sobre todo, cumple con las más estrictas normativas constructivas actuales.
El ladrillo está hecho de arcilla, un material natural y abundante que, una vez cocido, se conserva inerte y no emite gases nocivos, contribuyendo a la calidad del aire interior.




En las separaciones entre viviendas, por ejemplo, o entre viviendas y zonas comunes, los sistemas con ladrillo cerámico aportan seguridad y un aislamiento acústico excelente.
Aunque no es imprescindible, sobre las paredes de ladrillo también se puede instalar placa de yeso.
El ladrillo cerámico en sí tiene excelentes propiedades de aislamiento térmico, y si lo combinamos con un aislante, proporciona un elevado confort interior.
Además, el ladrillo es lo que “sujeta y protege” a ese aislante, creando fachadas duraderas y seguras.
Utilizando ladrillo cerámico, las separaciones entre estancias son seguras, duraderas y se pueden construir sin preocuparse de los muebles que vamos a querer colgar en ellas después.
Esto es especialmente importante en reformas en baños y cocinas que necesitan paredes que, además de resistentes, aseguren la impermeabilización.
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